Stella Maria Baer
Hoy abro la categoría Inspiración de mi blog compartiendo el trabajo de una artista americana cuyo estilo, forma de crear y, podría decir que, de vivir, me tiene enamorada. Se llama Stella Maria Baer. La conocí a través de mi compañera Isabel, que es una fuente inagotable de descubrimiento en RRSS. Cuando investigué más a fondo su trabajo a través de su perfil y leí algunas de sus entrevistas, me cautivó ella y todo lo que hace.
Es fotógrafa y pintora, vive en Denver (Colorado) y procede de una familia e infancia en la que el arte siempre formó parte del lenguaje y del paisaje. Creció en el desierto de New Mexico, al suroeste de EEUU, y es lo que más influye en su inspiración. Intenta viajar allí varias veces al año en coche, porque le cautivan los colores y las líneas que encuentra en el desierto y el firmamento que lo acompaña a lo largo del viaje. Fotografía y utiliza esas formas naturales como fuente de inspiración para crear su propia mezcla de siluetas y tonalidades entre las que establece una conexión perfecta, tal y como refleja en sus pinturas de planetas, paisajes desérticos y formas del cuerpo humano, sobre todo femeninas. Aunque a veces trabaja al óleo, generalmente pinta en acuarela y utiliza pigmentos hechos por ella misma de arena y polvo que recoge del desierto, lo que atribuye todavía más fuerza a sus obras porque son tonos muy reales, terrestres, casi siempre rojizos, ocres, marrones y blanquecinos. El resultado que consigue es muy especial, transmite mucha serenidad y te transporta a sus orígenes.
Cuenta en una entrevista que una vez estaba pintando el planeta Marte y mientras analizaba varias fotografías de la NASA y algunos mapas topográficos, observó que las rocas le recordaban a los cañones de Abiquiu, donde su madre les había llevado a ella y a su hermano varias veces de acampada cuando eran pequeños. En ese momento se dio cuenta de que había vivido en un lugar que era como estar viviendo en otro planeta.
La verdad es que a mi consigue trasmitirme muchísimo. Su trabajo es meticuloso y vive su propia transición, se nota que no se deja llevar por tendencias o influencias externas sino que evoluciona lentamente, bajo su perspectiva diaria.
Qué decir… No me importaría nada pasar unas semanas aprendiendo de ella, escuchando sus historias y recibiendo su influencia artística mientras dibujo y pinto con esos escenarios tan únicos de fondo. De sueños podría vivir toda mi vida…